La temperatura extrema, ya sea por exceso
de calor o de frío, pueden suponer un riesgo añadido a la conducción si no se
toman las precauciones necesarias. El calor tiene una incidencia directa sobre
las capacidades del conductor. Una temperatura de 35º en el interior
del vehículo puede representar un peligro similar a conducir con una tasa de
alcoholemia de 0,5 gramos por litro de sangre.
El calor y la mala ventilación del
habitáculo del vehículo, favorece:
1.
La aparición de cansancio del conductor.
2.
Aumenta el tiempo de reacción.
3.
Aumenta la agresividad.
Consejos:
1.
Evita conducir en las horas de más calor, y si no hay más remedio usa
climatizador, aire acondicionado o lleva las ventanillas abiertas.
2.
Descansa estirando las piernas y andando un rato aunque sea corto.
3.
Hidrátate, las bebidas azucaradas como los refrescos pueden eliminar el cansancio
o somnolencia.
4.
No hagas comidas copiosas si vas a conducir.
5.
Aparca el vehículo a la sombra, etc.
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