Cuando
nieva, la adherencia de nuestros neumáticos y la visibilidad en la vía pueden
reducirse al mínimo y complicarnos la conducción. Y con la bajada de las
temperaturas, la humedad se congela y aparecen las placas de hielo, un peligro
indetectable que puede acechar en cualquier tramo de la vía.
Nieve:
riesgos y precauciones
Los
primeros copos hacen la calzada muy deslizante y a medida que se acumula, las
dificultades aumentan y no podrá circular sin las cadenas; además de reducir la
visibilidad, la nieve también tapa las señales y las marcas viales y puede
producir sensación de mareo. Cómo actuar: circule con el alumbrado de cruce,
modere la velocidad y aumente la distancia de seguridad; no se salga de las
rodadas de otros vehículos y utilice el volante, el acelerador y el freno con
suavidad; no acelere al iniciar la marcha, solo suelte suavemente el pie del
acelerador y circule con marchas largas para no patinar.
Hielo:
el peligro invisible
La
adherencia sobre el hielo es mucho más crítica que sobre la nieve; conviene
prestar atención a las zonas donde es más habitual, como lugares
sombreados, resguardos orientados al norte y puentes sobre ríos; y tenga en
cuenta que, al derretirse la nieve, el agua que se desliza por el asfalto en
las zonas peraltadas puede helarse al caer la noche. Cómo actuar frente al
hielo: en condiciones de adherencia mínima, reduzca la velocidad y extreme la
suavidad para manejar el volante o pisar los pedales de freno y acelerador;
cuando la temperatura exterior baje a tres grados centígrados manténgase alerta
y desconfíe porque podría haber placas de hielo aunque la temperatura esté por
encima de 0º; en caso que pisar una placa de hielo, suelte suavemente el
acelerador y gire despacio el volante; y si ha de frenar, hágalo también con
suavidad (salvo que lleve ABS) para no bloquear las ruedas.
Los 4 niveles de dificultad de la nieve
Según
el estado de la vía y las condiciones del tráfico, la DGT establece cuatro
niveles de dificultad:
Verde: comienza a nevar. Prohibido pasar de km/h en autopistas y autovías y
de 80 km/h en el resto de vías. Los camiones deben circular por el carril
derecho y tienen prohibido adelantar. Evite los puertos de montaña.
Amarillo: calzada
parcialmente cubierta. Prohibida la
circulación a los camiones. Los turismos y autobuses no deben pasar de 60 km/h.
Evite maniobras bruscas. En curvas y descensos, disminuya más la velocidad.
Rojo: carretera cubierta. Prohibido circular a vehículos articulados, camiones
y autobuses. Circulación permitida solo con cadenas o neumáticos de invierno.
No rebase a los vehículos inmovilizados.
Negro:
prohibida la circulación. Riesgo
de quedarse inmovilizado. Si se queda bloqueado, utilice la calefacción y no
abandone el vehículo si no hay refugio. Para no obstaculizar, inmovilice su
vehículo lo más orillado posible.
Existen
distintos tipos de cadenas para rodar con seguridad sobre nieve. Elija las
suyas y llévelas siempre con usted para no quedarse 'tirado'.
Cadenas metálicas. Son duraderas y eficaces, aunque ruidosas. Su montaje en condiciones de frío y humedad puede ser difícil (ver recuadro). Son las más duraderas y las más utilizadas.
Cadenas semiautomáticas. Son las más costosas, pero muy eficientes. Se puede circular todo el invierno con el soporte instalado en la llanta y, de ser necesario, las cadenas se acoplan con rapidez.
Fundas textiles. Son de muy fácil montaje, ocupan poco espacio y son muy eficientes.
Neumáticos de invierno. La mejor opción si vive en zonas con abundante lluvia y temperaturas por debajo de 10º. Se agarran mejor, frenan antes pero son hasta un 15% más caros que los convencionales. Sustituyen a las cadenas.
Fuente
DGT
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