El
portal de Internet autocasión.com del grupo Vocento ha elaborado un decálogo de
medidas para sacar mayor provecho de las cubiertas de nuestro coche. Estos son
sus consejos.
Aunque
pocos niegan la importancia que los neumáticos tienen en la seguridad del
vehículo no son tantos los conductores que ponen en práctica ese conocimiento.
En la práctica, la mayoría se acuerda de los neumáticos cuando tiene que pasar
la ITV o se da cuenta de que el dibujo de las bandas de rodadura
empieza a desaparecer.
La
duración de los neumáticos depende de la forma de conducción, de
modo que aumenta cuando se circula a velocidad reglamentaria evitando frenazos
intensos y reduciendo la marcha antes de entrar en curvas. De ahí que algunos
conductores conserven las cubiertas durante años y que otros gasten más de
un juego anual.
Autocasion.com
propone 5 pautas básicas de mantenimiento de estos elementos básicos:
1-
Comprobar la presión de inflado en períodos regulares de tiempo (como
mínimo, cada 3 meses) con un mismo manómetro (para evitar dispersión por
errores de medida de distintos aparatos) y con los neumáticos fríos.
2-
Chequear su envejecimiento a partir de posibles agrietamientos de los
flancos. El caucho se endurece con el paso del tiempo y sus propiedades
originales, como la elasticidad y la adherencia, se degradan. Les afectan
productos químicos como disolventes, combustibles y aceites, y sobre todo los
rayos ultravioleta. De ahí que aunque la banda de rodadura no se haya
desgastado en exceso, los neumáticos deban cambiarse antes de 6 años.
3-
Ojo a posibles cortes y abolladuras en los flancos fruto de golpes
contra bordillos. Si un neumático presenta una «hernia» en un lado debe
sustituirse inmediatamente, junto a su pareja del mismo eje.
4-
Comprobar el equilibrado de los neumáticos, sobre todo ante vibraciones
anormales en la conducción. Entre otras razones, dichas vibraciones podrían
deberse a desequilibrios estáticos o dinámicos de los neumáticos.
5-
Vigilar el desgaste de la banda de rodadura. La profundidad del dibujo
ha de superar los 1,6 mm legales, pero también hay que descartar la existencia
de irregularidades que manifiesten otros defectos en el alineado de la
dirección o en la suspensión para corregirlo sin demora.
En
los vehículos con tracción permanente a las 4 ruedas la exigencia es aún
mayor: todos sus neumáticos deben ser idénticos en marca y modelo, e
incluso en grado de desgaste. Pequeñas diferencias en el diámetro pueden
generar un anormal calentamiento de los grupos diferenciales, forzados
por el distinto desarrollo de las ruedas delanteras y traseras.
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